Sin la menor duda, Almudena de la Fuente va ser un referente en la lírica del Siglo XXI. Su poesía consigue transportarnos más allá del tiempo. Puede ser considerada como una multiplicidad de sensaciones narradas con lo más profundo de su ser. Logra transmitir una emoción única e irrepetible. Su gran pasión por la vida y el arte logran crear una poesía que no ha nacido fruto del azar. El tesón en conseguir una obra poética personal, su percepción de la esencia del Arte, son un trampolín que impulsa incluso al propio dolor hacia los más elevados éxtasis. No miente al lector en sus estados de animo producidos por la impresiones que siente. Bajo mi punto de vista, logro ver una cierta brisa de romanticismo; pero ese toque romántico llega a desterrarlo; lo convierte en maldito. Lo maldito se va matizando en expresionismo, lo mágico en futurismo El léxico utilizado en su obra demuestra un gran conocimiento de la poesía clasicista. Denoto un eclecticismo procedente de las mejores vertientes de la literatura. Las palabras podemos encontrarlas al borde del abismo. Una Duna, y al propio tiempo, otra. Tal vez, el ansia de amor. Sin entregarse a la obediencia ciega y esclava de un proyecto sistemáticamente concebido, que se coloca ante la página en blanco. No para esta poetisa, lo inedito no acarrea planes anteriores. Espero que su magnetismo logre llegar a todas las personas amantes de dicho género. En breve será publicada su primera obra escrita. El amante de la poesía, descubrirá por sí mismo, que tiene entre sus manos un poemario digno de ser leído.